La eritropoyesis, proceso que corresponde a la generación de glóbulos rojos, es estimulada por la hormona glicoproteica Eritropoyetina (EPO), como os podéis imaginar para nosotros los seres vivos es una macromolécula esencial en nuestra existencia.
Como hemos comentado algunas veces lo que la naturaleza crea y la da un sentido y una finalidad , nosotros con mucha facilidad aprovechando esa facultades que nos da el desarrollo científico , lo empastelamos y lo usamos para fines particulares y a veces ilícitos.
Una versión sintética de la eritropoyetina se comercializa en el mercado negro del deporte, tanto en el amateur como el profesional, para vergüenza de la ciencia que debe de usar esos conocimientos en ayuda de otros problemas.
El contenido de glóbulos rojos en la sangre de los humanos oscila del 42-45%, cuando las células envejecen y mueren nuestro cuerpo genera nuevas células rojas para mantener el hematocrito estabilizado, si esto no se produce se genera lo que se conoce como anemia.
Durante muchos años la única forma de combatir las anemias han sido las transfusiones de sangre, pero sigue siendo un procedimiento de riesgo por el peligro de la transferencia de virus, bacterias o priones, entre otros problemas.
A mediados del siglo XX, Allan Erslev, identificó la hormona EPO, que se libera en los riñones en respuesta a una disminución en el contenido de oxígeno de la sangre, estimulando la producción de glóbulos rojos en la medula ósea.
Cuando se tuvo certeza de la función de la hormona EPO, se comenzó a trabajar en la hormona sintética y a finales de 1980 el producto estaba totalmente adaptado y se consolidó como una alternativa a las transfusiones en pacientes con cáncer, anemia o insuficiencia renal.
Hasta aquí todo correcto, pero seguidamente hay quien pensó llevarla al deporte, donde la mejora en la capacidad del transporte de oxígeno está relacionada directamente con el aumento del rendimiento.
El punto de partida para el lanzamiento oficial y prueba de fuego, fueron los Juegos Olímpicos de Sídney en el año 2000, se venía observando que en los deportistas en general se había elevado el nivel de hematocrito, pero al no haber nada regulado sobre la materia, esto no creó duda ya que solo se pensó en que cada vez los deportistas eran más perfectos y se alcanzaban mayores récord.
La alarma comenzó a saltar, cuando varios atletas jóvenes murieron durante el sueño por coagulación de la sangre al espesarse por la excesiva cantidad de glóbulos rojos.
Las autoridades comenzaron a estudiar el proceso y descubrieron el enredo de las transfusiones a los deportistas etc….., se tomó la decisión de sumar la prueba EPO a la lista de análisis antidopaje.
Recordar que hasta hace muy pocos días se han descubierto casos en el ciclismo de élite
La historia del dopaje es tan antigua como los propios juegos olímpicos, se cuenta que los antiguos griegos comían dietas especiales y pociones mágicas para mejorar sus destrezas.
La cantidad de fármacos que se pueden utilizar indebidamente es alucinante , algunos recordáis al velocista Ben Johnson ,que batió dos veces el récord mundial de los 100 metros lisos ,bronce en Los Ángeles y oro en Seúl , en donde se hundió toda su gloria al descubrirle en una muestra de orina un esteroide anabólico conocido como Estanozolol.
Junto con los esteroides anabólicos, la testosterona y la eritropoyetina (EPO), son los más usados durante estos últimos 30 años.
La espectrometría de masas en tándem con la cromatografía líquida, es el principal caballo de batalla en los laboratorios antidopaje, permite llegar a niveles de detección muy bajos.
Con la mayor sensibilidad de las técnicas, aparecen nuevos problemas, como pueden ser las contaminaciones cruzadas, por ejemplo en la detección de cocaína se puede llegar a niveles tan bajos que podrían estar provocados al tocar un billete de papel moneda que llega a nuestras manos contaminado por el uso y llevarse los dedos a la boca.
En el caso de la EPO, el método de detección es una prueba de Isoelectroenfoque (separación de moléculas en un gradiente de pH) y se apoya en la diferencia de estructuras entre la EPO natural y la sintética, ya que se formas azúcares diferentes en sus cadenas
El método tiene el problema de que solo puede detectar la EPO sintética durante un periodo muy corto de días, se necesitan tres días para realizar la prueba que es muy delicada y cara de aquí que no todas las muestras se analizan y es donde se apoyan los tramposos con la esperanza de no ser descubiertos, en definitiva la técnica del gato y el ratón.
Hay quien piensa que merece la pena delinquir ya que el llegar a la gloria del pódium puede que solo se presente una vez en la vida y durante toda la temporada de preparación usan técnicas ratoniles para en su momento escaparse del gato.
Se sabe que los atletas tramposos se dopan durante las vacaciones, retiran la sangre más rica en hemoglobina y la almacenan y cuando llega el momento de la competición, una vez que la inspección antidopaje les ha tomado muestras, se transfunden la sangre almacenada y a por la victoria.
La guerra entre el gato y el ratón es tan profunda que hay quien en positivo y en negativo está pensando en las manipulaciones genéticas
Todo sigue igual 
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