Mareando la perdiz con el Bisfenol A

 

El motivo por el que la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria), está mareando la perdiz con el tema del Bisfenol A y alarga sus decisiones después de revisar más de 450 estudios presentados, baja la dosis tolerable diaria de los 0.05 miligramos día por kilo de peso corporal a 0.005 miligramos y somete a un proceso de consultas públicas su uso, es el poder retrasar un documento definitivo todo lo que queda de año 2014.

Parece ser muy similar al que sigue el Programa Nacional de Toxicología  (NTP) en EE.UU., ambos siguen un proceso que las Industrias del plástico mundial agradecen ya que les da un respiro, mientras ellas organizan las defensas de sus intereses.

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La causa principal por la que la industria química intenta defender este producto, se debe a dos factores básicos, fácil de fabricar y barato de costo, sus componentes básicos son acetona y fenol.

La tecnología de los policarbonatos ingreso a la UE unos 37 mil millones de euros en el 2007 y más de 500.000 puestos de trabajo dependen directa o  indirectamente de su producción y uso.

La lista de productos en donde está presente el Bisfenol A, es muy amplia ya que se encuentra en todo tipo de productos plásticos de policarbonato y resinas epoxi que utilizamos a diario, pero donde más preocupa la presencia de este producto químico es en envase destinados a la alimentación, su problema es que se libere desde el envase a los alimentos con los que este en contacto y de ahí pase al organismo.

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La Unión Europea, como medida preventiva decidió prohibir la fabricación de biberones con esta sustancia en enero del 2011.

Una de las causas por la que se ha tomado la decisión de bajar la dosis tolerable diaria, es porque se han identificado probables efectos adversos en el hígado, los riñones y las glándulas mamarias vinculados a la exposición a la sustancia química

El gobierno francés quiere prohibirlo para el año 2015 en todos los envases de uso alimenticio.

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En la búsqueda de caminos alternativos al uso del bisfenol A, se encuentran trabajando en distintos países. En los EE.UU. existe un grupo de trabajo en la Universidad de Delaware, que ha presentado una alternativa basada en la lignina.

Esta alternativa está considerada dentro del grupo de los Proyectos Verdes, anualmente se producen unos 70 millones de toneladas de lignina como subproducto de las industrias papeleras, la mayor parte termina incinerada , convertir esto en plásticos ,tendría un doble efecto , uno tener menos desperdicios y dos menor dependencia petrolífera.

Richard Wool y colegas, han diseñado un compuesto de propiedades mecánicas similares a las del Bisfenol A, sin mostrar efectos de alteración endocrina

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Este producto obtenido por síntesis a través de  componentes de la degradación de la lignina se conoce como Bisguaiacol-F y posee una estructura similar al Bisfenol-A con dos grupos hidroxifenilo.

Los polímeros de este compuesto tienen una estabilidad térmica  y resistencia mecánica similar al Bisfenol-A.

Es necesario que se realicen las pruebas de toxicidad y a partir de ellas, comenzar a producir los primeros plásticos.

Por desgracia el problema siempre es el mismo, se encuentra un producto que parece ser adecuado, se realizan unos ensayos preliminares, si el proceso es viable se somete a todas las pruebas conocidas hasta el momento, generalmente sobre un muestreo determinado y en unas circunstancias limitadas y cuando se leda el visto bueno, se lanza a la producción, sin que en ningún momento se piense en realizar un periodo de cuarentena de varios años y exposición a posibles críticas científicas.

 

 

 

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